lunes, noviembre 21, 2005

LA POSTHISTORIA




















Bruno Marcos

Recibo un e-mail que invita a matricularse en un curso titulado : “Crítica de arte y esfera pública en un contexto “poshistórico” y global”. Por si no estuviera claro un texto acompaña al breve título, versa: “A partir de la década de los 60, la crítica de arte asumió un compromiso moral con el artista, entendiendo el arte desde la utopía de la esfera pública ideal, que dio como resultado una mirada y un trabajo compartidos por el artista y el comisario. La evolución de la figura de este último en el contexto de la nueva cultura del marketing y la necesidad de alimentar continuamente los medios de comunicación con novedades revestidas, aparentemente, de discurso, propiciaron un crecimiento desmesurado de la figura omnipresente del comisario y dejaron a un lado el discurso teórico y la investigación de la crítica de arte, a menudo excesivamente incómodas para una institución artística que se atribuye todo derecho de intervención en la esfera pública, utilizando al resto de estamentos para ello.(...) En este mismo paisaje, se plantean asimismo la incorporación y el despertar de los críticos de arte orientales en el panorama global del arte, como nuevos interlocutores de esta situación.”
No lo discuto, pero ¿por qué criticar al arte si estamos, globalmente, fuera de la historia, después de ella? ¿No es lo lógico que después de la historia todo lo que pase será inércico o intrascendente –sin evolución- y, por lo tanto, cosa de comisariopublicistas?
Y lo más enigmático... la presencia de los chinos... como si estos fueran ahora los culpables de que se acabase la historia... quieren despertarlos...
Si el final de la historia era algo así como la evidencia, una vez caído el comunismo, de que toda dialéctica histórica finalizaba en el mejor de los mundos posibles: el paradigma norteamericano; ¿por qué tienen que ser ahora los chinos los concitados a hablar de cómo se montan exposiciones en la era posthistórica? En todo caso, con su comunismo aún latente aunque en proceso de travestismo compulsivo, deberían ser tomados como los menos posthistóricos del mundo todavía dormitando en la ilusión.
Bueno, lo cierto es que no en vano el eslogan "el final de la historia" surgió de un cerebro asioanorteamericano, Francis Fukuyama.
Tal vez lo que quieren criticar más que el arte sea esa precisa salida de la historia. Entonces el título debería haber sido otro: “Cómo devolvernos a la historia”.

5 Comments:

Anonymous Anónimo said...

¿Pero hay comisarios de arte chinos?
y si los hubiera ¿tienen algún tipo de importancia en la esfera artística actual?
¿Conseguirán los chinos invadir el mundo del arte al igual que el de la ropa?

noviembre 22, 2005 4:13 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

comisarios políticos sí que había por los países rojeras

noviembre 22, 2005 5:59 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

¿y cambiará la decoración de los reataurantes chinos?

noviembre 22, 2005 6:01 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

para Larsen que sé que le gusta
http://www.forotrapiello.blogspot.com/

noviembre 22, 2005 6:19 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Gracias bohemio.Estás invitado al cenáculo de navidad.

noviembre 22, 2005 8:12 p. m.  

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